RESUMEN EJECUTIVO
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que las enfermedades
diarreicas transmitidas por alimentos y agua provocan la muerte de 2.2 millones de personas
anualmente, de las cuales 1.9 millones son niños.
Costa Rica no es la excepción a este panorama,
pues las enfermedades diarreicas ocupan el segundo puesto como causa de morbilidad entre las
enfermedades de notificación obligatoria, con una tendencia al aumento que se observa en los
últimos cinco años para los que se tienen datos.
Además, se tiene el reporte de la mortalidad por
diarreas, que para el año 2007 fue de 57 en total para una tasa de 1,2 por 100000 habitantes. Estas
muertes reportadas ocurrieron principalmente en niños pequeños y en adultos mayores, (Ministerio
de Salud, CR/ Organización Panamericana de la Salud. 2008.)
Muchos documentos de carácter internacional indican que para garantizar la inocuidad de los
alimentos es indispensable que exista una colaboración multisectorial eficaz, con la participación de
todos los asociados pertinentes a nivel nacional e internacional.
Además, la OMS señala que las
nuevas soluciones se basan en el intercambio eficaz de datos, fundamentos científicos sólidos y
experiencia práctica y que la aplicación de los nuevos marcos y opciones de gestión para mitigar
riesgos relacionados con alimentos podrían contribuir a reducir considerablemente la incidencia de
ETA a mediano y largo plazo. (OMS, 2009).
El objetivo general fue evaluar la situación actual del sistema nacional de inocuidad de los alimentos
en Costa Rica, en cuanto a su eficacia para proteger la salud de la población, promover la
competitividad en los mercados internacionales y la protección de los consumidores.
Para ello se
analizó la normativa costarricense relacionada con el tema de inocuidad de los alimentos, en lo que
a competencias de instituciones del Estado se refiere, para apoyar la definición de roles y los
posibles mecanismos de coordinación.
Además se evaluó la capacidad instalada especialmente en
el sector público, en lo que concierne a servicios, equipos, personal y recursos para determinar las
necesidades de fortalecimiento que se requieren para implementar un sistema nacional de inocuidad
de los alimentos eficaz.
Por último se analizaron algunos sistemas de inocuidad de alimentos
existentes en otros países para utilizarlos como modelo o ejemplo de lo que podría constituir un
sistema eficaz.
Se utilizó la metodología de investigación-acción como estrategia de investigación aplicada y se
realizó un estudio descriptivo y cualitativo tomando como referencia los parámetros establecidos en
el documento “Fortalecimiento de los sistemas nacionales de control de los alimentos.
Guía rápida
para evaluar las necesidades en materia de fortalecimiento de la capacidad” de la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, publicado en 2007, con respecto a los
ámbitos de estudio (legislación y gestión del control de la inocuidad de los alimentos).
Para ello, se
consideraron algunos diagnósticos de situación y otros documentos realizados a nivel nacional, que
fueran pertinentes para los módulos a revisar, pero la base de los resultados de la investigación, la
constituye la información obtenida mediante entrevistas y cuestionarios que respondieron diferentes
partes interesadas en el sistema.
Además, se analizaron en forma general las leyes marco
viii
costarricenses y los pronunciamientos relevantes relacionados con el tema de competencias
institucionales.
Finalmente, se revisaron documentos resumen sobre modelos de sistemas de
inocuidad de alimentos existentes en otros países, como base del conocimiento necesario para
definir la situación futura deseada del sistema nacional que se decida establecer.
Los resultados principales señalan que en el país no se cuenta con un sistema único de control de la
inocuidad de los alimentos, sino que las responsabilidades se encuentran repartidas entre varios
Ministerios que cuentan con sus respectivas leyes marco y organizativas.
Si bien existen algunos
mecanismos de colaboración multisectorial, el tema de la inocuidad no se trata en forma sistemática,
no obedece a una política de Estado y tampoco tiene un líder claramente identificado que busque la
reducción de los casos de ETA y las consecuencias y costos que éstas generan al país y a los
individuos afectados por ellas.
Esto hace que el compromiso con el tema de la inocuidad y la
correspondiente asignación de recursos sea insuficiente u ocupe un bajo perfil dentro de las
prioridades de algunas de las instituciones competentes.
Sin embargo, se están realizando acciones
en el país que podrían significar una gran oportunidad para establecer un sistema nacional de
inocuidad de los alimentos eficaz, que permita proteger al consumidor y mejorar la competitividad de
los productos nacionales.
Las experiencias a nivel internacional, señalan que independientemente de que se opte por un
sistema de organismo único o de organismos múltiples; los elementos más relevantes para avanzar
en la conformación del mismo de forma que sea moderno y eficiente son: la definición de quién
conduce el sistema en su conjunto; el establecimiento de principios y criterios operativos comunes
para las distintas instituciones y actores y los objetivos de la política de Estado.
Dentro de las principales conclusiones cabe mencionar que la ejecución de los módulos de
evaluación de la gestión del control de la inocuidad de los alimentos, así como el de legislación
alimentaria de FAO (2007a) permitirán tener un panorama mucho más detallado de las necesidades
de fortalecimiento de la capacidad para estas dos esferas, lo que facilitará la asignación de recursos
una vez que se desarrolle la política nacional en el tema.
Algunos países han apostado por la
creación de un organismo único para la gestión de la inocuidad de los alimentos de la finca a la
mesa, sin embargo, dada la organización actual del sistema nacional de inocuidad de alimentos, en
el país se debería realizar un trabajo interinstitucional que defina el modelo que mejor se ajuste a las
necesidades y que cuente con el respaldo de las autoridades.
Se considera que el sistema nacional
que se establezca, debería contar con una base legal sólida que permita su permanencia a pesar de
los cambios en las administraciones.
Un ejemplo a seguir es la Ley del Sistema Nacional para la
Calidad, la cual define claramente las funciones de las instituciones que lo conforman, así como los
mecanismos e instancias de coordinación entre ellas.
Palabras clave: inocuidad, alimentos, gestión, legislación, sistema, Costa Rica.
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